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11.12.10

Adios Muchachos


Adiós, muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mí hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Sanders & Vedani - Adios Muchachos 

Tangos añejos, que suenan como de ayer: los inmorales nos siguen igualando,  y postulan a la presidencia; asesinan niños y al mundo nadie le importa; se vuelve con la frente marchita al barrio para decir adios a los muchachos que viven un futuro distinto al prometido por los políticos y el mercado.

La vida es un tango, por eso la voz de Carlitos grabada hace ochenta años suena mucho más actual que los disfuerzos de un baladista cualquiera de estos tiempos.

2.6.10

Los inmorales nos han igualado

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!…
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!…

E. Santos Discépolo – Cambalache

Los hijos y entenados del Fujimorismo organizan fiestas de pan y circo con dinero de quién sabe donde: ¿cuentas secretas, testaferros, fideicomisos?. Sospechosamente pocos “líderes de opinión” recuerdan el desfalco que perpetró, con decenas millones de dólares cargados en costales quién renunció por fax desde el lejano oriente, hoy condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción.

Mas aún, descarademente hablan de una convivencia con los herederos de esa Yakuza que es el Fujimorismo, expresando incluso su simpatía por la hija del dictador, quien postula a la presidencia en esta República del Cambalache que es el Perú.

Es que esos mercaderes no hablan del pasado, cuando vivieron sus años maravillosos en programas matutinos con desayuno americano, informando de la inmortalidad del sapo cuando en las calles miles salían o estudiantes desaparecían por escuadrones de la muerte: para ellos no existían, mientras sus jefes recibían maletines deportivos con decenas de millones de doláres de ese chivo expiatorio que es Vladimiro Montesinos, el aún consiglieri de Alberto Fujimori, quien goza de una prisión dorada, con huerta incluída y 150 visitas al día de sus esbirros.

Otros hipócritas dicen condenar el fujimorismo. Pero, cuando las papas queman callan, o en nombre de la objetividad le siguen el juego al corrupto con falacias infames o tienen negocios debajo de la mesa, pero que todos conocen. Solo reaccionan cuando sus intereses o los de sus amiguitos se ven afectados, armando una opereta de quinta categoría.

Hoy parece ser que, para llegar a congresista, es necesario ser matón; presidente: asesino y corrupto; cardenal: traidor y racista; periodista: mermelero y mercenario.

Pensar que “Cambalache” se compuso en 1935, cuando en la Argentina campeaba la corrupción y el fraude, y en estas tierras gobernaba un general fascista: parece que poco o nada ha cambiado en nuestros pagos.




4.6.09

Dame un ramo de voz



Chiquilín,

dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.

Baléame con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín…

Chiquilín de Bachín - Piazzola/Ferrer








Después de muchas lunas, los otrora amantes se encontraron, cerca al viejo sillón de la taberna del malecón, la misma que tiempo atrás fue su refugio en esa ciudad de sol húmedo.

Durante unos minutos, estuvieron en silencio, con preguntas y respuestas encerradas en monosílabos, hasta que ella miró hacía la ventana y divisó a unos niños rodeando turitas, vendiendo flores y carricohes de miga de pan.

- Esos patuchitos mendigos son pesados, siempre pidiendo plata, afean la vista del boulevard - dijo ella, terminando el primer lark de la noche.

El se sorprendió ante sus palabras, suspiró un poco para responder con calma:

- Ellos no desean malograr tu lindo paisaje, solo buscan sobrevivir - dijo sonriendo, pero la mirada seria.

Ella acusó el golpe, y respondió, nerviosa.

- Pero no quiero darles limosna, no ayudo en nada si lo hago.

- A veces basta preguntarles como están, invitarles algo de comer, hacerles sentir que no los ignoramos, que no están solos, interesarte en ellos.

- ¿Bromeas? estas loco...

- Es en serio, lo peor es la indiferencia. Todos somos culpables de que esos niños mendiguen en la calle.

- Pero no tengo la culpa de sus desgracias familiares, ni de este sistema de mierda.

- Somos responsables, de una u otra forma, hasta los que dicen que no tienen la culpa de nada, y nada hacen.

- Tú y tus ideas comunistas, nunca cambiarás.

- Felizmente no lo haré. ¿cómo te defines tú?.

- Soy socialista-capitalista.

El se contuvo para no responderle, había viajado muchas millas en son de paz y no quería iniciar una discusión estéril, como tantas otras veces antes del primer adios. No, aún la amaba, y estaba empeñado en luchar por salvar ese amor, aunque ella tomara una actitud incomprensible.

En verdad, no la recordaba así, podía comprender su desdén, pero no su indolencia; ahora, hasta su sonrisa había cambiado, ¿a tanto podía llegar el desamor? ¿era la misma mujer que lo dejó todo para hacerle el amor en una precaria casa de barro, entre ruinas y humildad, lejos de la ciudad del malecón?.

Pero fué en vano, ella tenia puesta una careta de arcilla y al cabo de unas horas empezó, por generación espontánea, a aflorar de nuevo los reproches: sus diez errores aprendidos de memoria, recitados, uno por uno, desde lo mal que miraba cuando se molestaba hasta su no te dejas querer que le espetó un día.

Luego de una escaramuza de palabras hirientes, los otrora amantes abandonaron la taberna en compañía y a la vez solos.

Al salir, uno de los niños de las flores se les acercó.

- Señor, cómpreme una rosa para su enamorada, no sea malito!.

- ...

El quedó en silencio, con una media sonrisa, pensando en la ironías del destino, un constante deja vu.

- Pero, ¿por qué lo ignoras? pregúntale como está, como se siente, al menos cómprale una - dijo ella, interrumpiendo su pensamiento, con sarcasmo.

- Es que son naturales, tu mereces rosas de plástico.


Chabuca Granda - Chiquilín de Bachín