9.11.10

Viva el harapo, señor

 Imagen Tomada de aqui


Que fácil es suspirar
ante el gesto del hombre que cumple un deber
y regalarle ropitas
a la pobrecita
hija del chófer.

Que fácil de enmascarar sale la oportunidad.
Que fácil de apuntalar sale la vieja moral,
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada.
Qué bien prepara su máscara el pequeño burgués.


Que fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos,
contra la cruz o el poder divino,
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.
Silvio Rodríguez - Canción en harapos


En un país donde reunirse en las calles y parecer "hostil" puede ser delito o causal de ser baleado por la policía, puede sonar irónico afirmar que las redes sociales son señales de activismo en ebullición, con miles de personas adheridas a múltiples causas que llenan cada rincón del Facebook o Twitter.

Gracias a la invitación de Juan Arellano (@cyberjuan), me he permitido intentar responder algunas interrogantes : ¿Es posible ser voluntario en tiempos marcados por el individualismo? ¿Cúal es la diferencia entre el activista y el oportunista? ¿Cuándo termina la solidaridad y empieza el egoísmo? . Quizá al término de estas líneas tenga mas preguntas que respuestas, pero vale la pena el intento.

El Voluntario y el individualismo

Vivimos tiempos en que lo gremial es vilipendeado, la búsqueda del bien común es letra muerta y la desconfianza prima entre extraños. En este contexto las redes sociales surgen en determinados estratos como un producto comprensible: el individuo no necesita salir de su casa, visitar un café o una plaza para socializar.

Puede el individuo desde su hogar invitar a la acción o al boicot, construir su conciencia,  participar desde su individualismo en diferentes campañas: contra el hambre, la miseria, la guerra, a favor de los pobres o los animales abandonados, en cualquier parte del orbe.

La pregunta es ¿cuánto de indignación  y de compromiso verdadero hay en eso?  Aproximadamente solo un 10% de los inscritos en algún activismo virtual pasa a la real acción; sea en marchas, plantones,  adhesiones con firmas, donaciones o visitas como voluntario. Siempre escucho maldecir que a una  convocatoria lleguen apenas 10 personas cuando se han apuntado 100.

Es díficil ser activista cuando desde la escuela te meten en la cabeza la necesidad de ser "líder" y alcanzar el "éxito". Es necesario ir contra la corriente y apartarte de esos esquemas mentales en primera persona, para pensar en el prójimo, confiar en el y tomar partido por sus causas activamente.

El activista y el oportunista

No es fácil ser activista. Se necesita de constancia, compromiso y mucha fortaleza moral para no quebrarse al ver tanta injusticia, dolor y desigualdad. No es solamente asistir a eventos, llevar donaciones, salir en las fotos y esperar un nuevo llamado o el próximo año para sentirse un poco con la conciencia tranquila.
El activista es una persona realmente comprometida con las causas a las que se une. Conoce el origen del problema y participa buscando una solución más allá del bálsamo, ensuciándose la camisa sin temores, distinciones o prejuicios hacía el otro. 

El oportunista parte de su propio ego o sus demonios internos, cree en la caridad pero desconoce la justicia. Sabe que, mostrándose solidario o activista puede ganar cierto prestigio en ciertos círculos sociales a los que nunca tendría acceso.Y en esta era, donde la imagen lo es todo, conviene más las máscaras que la toma de conciencia.

El activista y el oportunista pueden coincidir y mezclarse, ¿cómo diferenciarlos, sea en vivo o virtualmente? Al oportunista solo lo ves defendiendo los derechos de los "visibles" - personas con cierto status - pero calla cuando se trata de defender a los "invisibles" - los anónimos - ya que de ellos ganará poco o nada. 

El activista no se aggiorna, el oportunista hace de eso una forma de vida. Recuerdo cuando ocurrió la masacre de Bagua las bizantinas discusiones de oportunistas, condenando el uso de la palabra genocidio, para lo ocurrido con los Awajun, mientras trataban de ocultar la inmensa culpabilidad del gobierno en tantos nativos y policías asesinados, dirigentes perseguidos, radios cerradas y periodistas presos con discursos tan penosos como ridículos.

Solidaridad y Egoísmo

Hace unos días, supe que un joven, de buena reputación en el mundo virtual y real, mejores contactos y familia bien, negó ayudar a una señora muy humilde, que hace una labor muy sacrificada para rescatar y mantener a casi 40 animales, entre perros y gatos. - "no los tiene en buenas condiciones", habría espetado.

Meses atrás, un grupo de activistas 2.0 organizó un evento de caridad, donde parte de lo recaudado sería para una señora animalista con buena prensa y auspicios, pero que tenía serias denuncias de "eutanizar" animales sanos. Después del escándalo inicial decidieron no hacer descargos ni  dar explicaciones, por el bien de su buena imagen y prestigio: "el tema está superado, no nos van a destruir", pareciera ser su lema.
La pregunta es ¿No se debe ayudar a los que más lo necesitan? ¿La solidaridad solo debe ser para los que si tienen y así sean mejor publicidad?

Se supone que es deber de los que se llaman activistas 2.0 y reciben miles de soles en donaciones ayudar los casos mas urgentes. A veces el ego o la soberbia se disfrazan de buenas intenciones. Afortunadamente, lejos de los followers y los miles de amigos del Facebook, se juntan los voluntarios de a pie, construyendo casas de ladrillo sobre otrora tierra y cartones si fuese necesario.


7 comentarios:

catirestrepo dijo...

Pasa que del discurso se hace una rumba. Por eso se hace difícil saber con profundidad hasta donde llegan los intereses de cada uno, y tan fácil que quien se equivoca pueda irse por la tangente.

Gracias por participar en el festival de Global Voices.

Cati Restrepo.

Juan Arellano dijo...

¿Cómo dilucidar las intenciones de cada quien? muy buena pregunta Don Trobass.

Un abrazo!

Rosana dijo...

veo trova que sigues en la lucha

mil gracias por visitar mi espacio hoy

saludos Trovador Errante !

Ginebra dijo...

Muy interesante la comparación activista/oportunista. Abundan los segundos y nos faltan o echamos en falta a los primeros. Necesitaríamos que fueran los más... Creo que el activismo es, sencillamente, una forma de vida, como dices un compromiso que se adquiere desde bien chico y que debe acompañarte siempre, en cualquier circunstancia. Algunas personas no lo ejercen de forma traumática porque su vida es bastante afortunada, pero debe estar siempre al acecho para clamar ante las injusticias que observa. Otros, en cambio, tienen peor suerte y sus circunstancias son otras: pobreza, hambre, imperialismo o violaciones sistemáticas de sus derechos y el de sus semejantes. Hay países en donde ésto es "el pan nuestro de cada día", deben luchar y morir incluso. Es el activismo en su estado puro. Otros, éstos son los mejores, los más altruistas, teniendo una vida cómoda, son capaces de sacrificarla y viven y mueren en los lugares remotos donde viven seres oprimidos.
Bueno, besos y felicidades por este post tuyo

Ivonne dijo...

Pero.. a veces no sería bueno aprovechar la "buena voluntad" de un oportunissta?

Oh wait! ya estoy pensando como uno >.<

Carmela dijo...

Creo que seguirá habiendo en el mundo " activistas" y "oportunistas".
Me parece que el oportunista , más tarde o más temprano , deja salir a la luz su verdadero perfil.Queda al descubierto mostrando su ansia de protagonismo-.
El activista se compromete y se juega por los que no tienen voz , por los que están en silencio y ... callada, anónimamente les tiende su mano , denuncia y ... hasta colabora con lo que puede ... aunque sea un grano de maíz.
Creo que es una época encuadrada en el egocentrismo.
Se ha dejado de lado la importancia del " bien común".-
Lamentable.
Temo a los oportunistas porque son los que confunden al pueblo con una falsa y miserable caridad.
Se necesitan activistas que propaguen el altruísmo y la solidaridad.
"No quieremos que nos deis como limosna lo que nos corresponde por derecho" decía el escritor.
"Los derechos no se " piden".
Se exigen"-José Martí.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

TRova, aquí en mi pais, al de harapos, lo clasifican, con ese estigma de la barbarie nazi, conque categorizaban a los condenados a a los progroms, y a los campos de concentración: desechables, Y se programan noches de terror para matarlos. Un presidente dijo: "no habrá en mi gobierno más miseria", y al otro manecieron basuriegos, prostitutas y homosexuales, zorreros y limosneros, con una flor de sangre en el pecho unos, otros en la frente. Un abrazo, parce. Carlos