8.1.08

Un perro, la madrugada, y el frío ...

Eso sí que no te lo perdono,
pues si te lo perdono seguro que lo olvido.

Noel Nicola, es más, te perdono




Le dijo que la disculpara, que no podía acompañarlo a ese cóctel porque tenía que ir a esa reunión familiar, donde la mostrarían como una preciosa "monedita de oro ante sus parientes".

_ ¿Quién, tu novio?-.

_ Enamorado - respondió ella, como queriendo no responder.

En verdad, él ya lo sabía, gracias a unas preguntas simples a las personas indicadas. Después de usar tácticas de guerra, al final ella dió su brazo a torcer.

Llegada la noche de julio, la huaca era testigo de fastuosa ceremonia por la Copa América: luces, color, danzantes posmodernos recreando un pasado glorioso que tampoco es pasado.

Él tenía que departir con los invitados, opulentos dirigentes y una que otra vieja gloria del fútbol nacional. Entonces, ellá llegó, en ese vestido blanco que ceñía su grácil y breve figura; se había mojado los rizos que conjugaban en armonía con su rostro. Por un momento, todo se detuvo: la música, los danzantes, la gente.

Él fué a su encuentro y en cuestión de segundos se encontraron en agradable conversación donde sólo existian ellos: no existían las miradas cómplices del viejo conserje, ni de la compañera de trabajo que no dejaba de mirar insistentemente a un espacio entre ambas figuras; solo así ellos se dieron cuenta que estaban tomados de la mano, entrelazados. Discretamente las separaron, cada uno pensando en su mundo y en el futuro se venía, indefectiblemente.

_¿Qué buscas? - le preguntó ella, clavándole una mirada de acero.

El silencio fué lo único que obtuvo como respuesta.

Desde la primera vez que él la vío, apenas semanas atrás, cuando ella apareció en medio de las ruinas, levitando como una diosa sin huesos, se quedó prendado de su belleza y le preguntó a medio mundo de donde había salido.

A partir de allí, a una velocidad galopante, se habían sucedido muchas escenas: paseos por la feria del libro, discusiones sobre religión y muerte, esperar el atardecer, abrazados en medio de la huaca, refugio del pasado entre armatostes de cemento y smog, conversando como si se conocieran de toda la vida.

En todas esas escenas, él se contuvo mil veces para no unir sus labios con los suyos, pero fué en vano : tres semanas después, la besó, se besaron y dejaron que el mundo estalle sobre ellos.

Así empezaron su triste historia de amor con un final anunciado.Trancurrieron así los días, fugaces, veloces, como los besos furtivos que se daban cuando nadie los miraba en lo alto de la huaca. Él la observaba feliz, sonriendo a los obreros, a los perros sin pelo y todo ser que se apareciera; también cuando se internaba en la tierra, excavando y dibujando los rezagos de un pasado ya milenario.

Con los días, la bella muchacha se había convertido en su brazo derecho, en su complemento ideal, pese a las miradas inquisidoras de vetustas señoras de lengua afilada que nunca faltan. Los amantes esperaban las cuatro de la tarde para huir en el bus hacía la casa donde les esperaba el viejo sillón, y se quedaban allí, escuchando música, leyendo libros al azar, viendo cualquier película, paseando por el parque, sacando al perro a pasear. Poco a poco ambos se entregaron al amor, libre y clandestino a la vez.

Pero él un día no pudo más con esa incertidumbre de saber que luego ella se marcharía para verse con otro, y le preguntó, desesperado:

_¿Porqué estamos haciendo mal?, sólo nos estamos amando, nos dejamos llevar por lo que sentimos, cuando estamos juntos no existe el tiempo, ni la crisis, ni el tráfico, ni las depresiones, ni nada, somos amigos, amantes, cómplices, desde que te ví tuve la certeza que nuestros camimos se unirían, el amor puede mas que cualquier compromiso, así es la vida ... yo te conocí triste, sin cariño, con melancolía en tus ojos, ¿recuerdas la primera vez que nos besamos?, lo hice porque estaba harto de verte con miedo, tu no le amas, le temes ...

_ hay lazos imposibles de romper, compromisos -.

_ ¿Porqué no aceptas la realidad?, ya abrimos la caja de Pandora, ya no podemos echar el tiempo atrás, ¿porqué no le dices que ...?

_ Me caso en diciembre - fué su respuesta.

Entonces, él comprendió porqué Borges adoraba traducir ese verso que leyó de Kipling :

Si no me hubieran dicho que era el amor
yo hubiera creído que era una espada desnuda
Era noviembre, casi de madrugada cuando el la esperó en la estación del bus. Era el último día en que ambos amantes se mirarían a los ojos, ya habían traspasado los límites de la cordura y el momento de decir adios.

_ Te amo, lo sabes bien - dijo él.

_ Lo sé, por eso hasta que dejes de amarme no volverás a verme.

Luego de eso, la muchacha triste dió media vuelta, y conteniendo las lágrimas se perdió en la neblina.

Pasaron tres largos años, desde aquél adiós. Los amantes nunca se volvieron a ver, aunque él se pasó todo ese tiempo recordándola, echando a perder citas, hablando de ella. Hubo una vez en que hizo un esfuerzo supremo en olvidarla, pero su ausencia le hizo recordar que ella había sido siempre una mujer de palabra
.



Noel Nicola - Es mas, te perdono


3 comentarios:

Pame dijo...

Hermoso!!
Hace tanto q te veo pasar y yo q soy de las peores no me he dado tiempo, no me he detenido a escribirte, a agradecerte el estar presente, muy seguido, tanto q ya no me eres extraño, tus letras se han vuelto familiares...
Me encanto la cancion, no la habia oido, alguna vez si escuche los versos, no recuerdo donde, pero la musica los hace mas bellos aun.

Te dejo mis cariños en esta casita de veraneo y me sigo pasando, hasta q llegue el otoño.

Cariños sinceros.

:D

Tartacha dijo...

Verdaderamente hermoso, aunque triste, mira no se porque, el amor la mayoría de veces es triste, yo ya no me enamoro, nunca fue compasivo el amor con migo a pesar de lo intensamente que lo sentí y lo entregué, no me siento sola ni frustrada, ahora estoy en ese momento en el cual puedo ver pasar ese sentimiento sin sentir amargura, ahora todo es una paz que no cambiaría, por estar con alguien en un plano sentimental.
Ya ves amigo a todo nos vamos acostumbrando o será que la vida te regala otro tipo se sensaciones con las que te puedes sentir a gusto yfeliz.
Un abrazo inmenso y mi cariño.

Anónimo dijo...

Qué historia! La leo y te amo más... Tú sí que has tenido suerte en el amor, amor.

Clau.