6:30 am
Salimos por fin, me acompañan Chemo y Anibal; llevamos agua, frutas, una carta nacional y una brújula, también una radio con los huaynos de los Gaytán Castro, mientras en cada reposo leo Redoble por Rancas, del finado Scorza. Sólo me falta el último capítulo para terminarlo, y recuerdo las palabras de Anibal al prestarme el libro ...
_ si al leer el final, lloras ... no te preocupes ... yo también lo hice.
10:30 am
Son 4 horas sin parar, descanzamos. Ya estamos cerca y es necesario recobrar energías. Juan José enciende su discman, son los Gaytán Castro y su flor de retama, luego viene Maiz, cizaña... se me quedan grabadas unas estrofas de Cizaña.
"Si no se arrancan las malas hierbas,
la siembra jamás florecerá"
(...)
Nuestro pueblo arrastra las cadenas,
mientras conciencias duras nos oprimen"
Viene una parte en Quechua ayacuchano, le decimos a Chemo que lo traduzca, mientras maldigo el no saber la lengua de mis ancestros. El no quiere, se hace de rogar, ya no insistimos ... es hora de continuar con el camino, y aún no termino de leer la novela.
02:00 pm
Esas 5 horas bien andadas, hace mucho que caducaron, le pregunté a Chemo si no estábamos perdidos ...
_Ya estamos cerca ... si piensas que estás perdido,perdido estás - fue su inspirada respuesta.
El paisaje es admirable: los cerros verdes, los ríos furiosos, las quebradas hondas, los abras sin apachetas, nos dan una amplia gama de colores que parecen salidos de un cuadro costumbrista, o un poema de Vallejo, pasamos un caserío ... César Vallejo, al contemplarlo diría:
La aldea, ante su paso,
se reviste de un rudo gris
en que un mugir de vaca
se aceita en sueño
y emoción de huaca.
Preguntamos a un anciano sobre nuestra ubicación, si estamos cerca de esta especie de catacumbas andinas de la que nos hablaron los ancianos de Huarautambo. El viejo nos mira con recelo, en su rostro están marcados tiempos inmemoriables de trabajos cara al sol, de fundirse con la chacra, pero también de dolor, él tendrá unos 70 u 80 años, me imagino si el vivió esas epocas de gamonales y pongos, que relata la novela de Scorza.
_ No, papay, no hay nada por aquí, se han perdido, seguro ...
Gracias, le decimos, desconcertados, ¿Porqué hacernos caminar en vano?
El desenlace de la novela estaba cerca y presiento que no será un final feliz: Héctor Chacón, el inmortal "nictálope", ha caído en una celada, será llevado a las vetustas cárceles del Cepa, allá en la selva, por levantarse contra el odiado juez Montenegro; a su vez que el aguerrido pueblo de Rancas está en vigilia dentro de sus tierras recuperadas, esperando a las fuerzas del orden, que les acusa por ser invasores de sus propias tierras ... temo lo peor... huelo a muerte, con ese inconfundible olor de sangre tibia, chorreante ... hasta me imagino el zumbido de la mosca azul, diciendo ¡sío! . Recuerdo que Scorza recogió la siguiente frase:
En los pueblos de la sierra del Perú, existen 5 estaciones : Primavera, Verano, Otoño, Invierno y Masacre
Una mosca se posa en mi hombro .. no era mi imaginación ... ¿será el espíritu de los waris?... me apuran Chemo y Anibal ... debo iniciar el ascenso ... son solo 100 metros ...
Amada, supón que no hay remedio ...Esa cancion de Silvio me retumba en la mente, se me escapa una maldita lágrima traicionera y empiezo a cantar bajito, para que los waris no me escuchen .
remedio, es todo lo que intento
Silvio Rodríguez, el dulce abismo
4 comentarios:
Harry,
Me encanta "tu casa de verano". Jolín, eres un privilegiado, eh!!!
Y sea verano o invierno, no olvidas nunca al mago.Estupendo.
Un saludo. Teriurka (Tere)
Tremendo relato y precioso el paraje. Dan ganas de irse volando para allá. ¡Y qué decir del colofón, de ese dulce abismo de Silvio!
¡Fantástico!
¡Saludos!
Antonio
Hola Troba:
Gracias por enviarme el Link. ¡Maldita quinta estación! ojalá desaparezca de la faz de la tierra.
Y Silvio Rodríguez...Siempre.
Un besuco desde españa.
Por eso nunca cuestionaría tu trabajo, menos tu profesión.
Clau :)
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