28.2.08

¡Caramba y zamba la cosa!

Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!


Me quedo con los estudiantes de educación pública, universitarios con la mala costumbre de hacer cosas inútiles, improductivas, casi precapitalistas; muy ajenas a completar los requisitos para acceder a un tercio superior que les garantize las mieles del éxito, con un estilo de vida calcado de un comercial políticamente correcto, de 60 segundos, en tono pastel.

Prefiero en especial a los universitarios acusados de ser tipos muy violentos, casi resentidos sociales, que protestan por cualquier nimiedad (según la prensa de Correo y sinrazón) : el alza del medio pasaje en 5 centavos, el incremento del costo del pan, un campesino caído por balas policiales, el cierre del Tribunal Constitucional, era motivo para llamar a huelga de hambre. Y si se incrementara el costo del combustible, de inmediato incendiar neumáticos en barricadas de manos, bandadas de miles.

Me quedo con los que discuten temas retrógrados, poco rentables: sea erradicar el chagas endémico en vez de organizar seminarios sobre gestión de la salud (privada, claro está); o dilucidar leyes mas efectivas en defensa de las comunidades campesinas en vez de proteger los intereses de las filántropas transnacionales mineras que generan importantes divisas (invisibles, por suepuesto) al país.

También recuerdo a los que se encontraron entre dos fuegos, pero nunca claudicaron, ni frente al Sendero del martillo sin la hoz, que colocaba un revólver sobre las carpetas (y las sienes) en las asambleas universitarias, ni ante los escuadrones de la muerte, que los amenazaban con convertirlos en, literalmente, cenizas.

Y me quedo con ellos, con los contestatarios al límite del reglamento, a los que murieron con una molotov en la mano, a cuyos funerales casi nadie asistío por temor a ingresar en listas negras; y con los caídos en olor a dinamita, acusados de amarillos y reaccionarios.

A ellos vá mi corazón, a píe, más aún en estos días de boom económico y represión posmoderna.


Mercedes Sosa - Me gustan los estudiantes

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2 comentarios:

Almudena dijo...

Hola Troba,

¿Conoces la película "La noche de los láoices"? Es dura, cruel y real hasta límites inimaginables. Cuenta la historia de esa noche una de las peores noches del recuerdo de Buenos Aires.

¿Sabes? tenemos gustos musicales muy afines.
Un besuco.

Ana A. dijo...

También son buenos los estudiantes de universidades privadas cuando no se tiene apoyo y se va a "guerrear" en todo caso y situacion! lo digo por mi caso, estudio derecho en una universidad privada, porque en la ciudad no hay facultad de derecho en la universidad publica y la facultad mas cercana seria costosa y saldría a lo mismo de una privada, aqui donde vivo... No es facil defenderse en la U... privada, cuando los demás tienen familiares que les aseguran su futuro asi sea medianamente exitoso, mientras existe una minoría que se defiende como puede. En otras palabras me siento como una estudiante con alma de u... publica colada en una u... privada, bueno me sentí acusada por el post, aunque concuerdo mucho en la tesis a transmitir
que este bien :)