26.6.08

Urgente saber la verdad que cura ...


Para ver el sol
para ver los ríos,
para ver los ríos con agua clara de lluvia

urgente saber la verdad tan cruda
urgente saber la verdad que cura

para ver los rios con agua clara de lluvia

para ver/para ver/para ver

para ver al hermano florecer
Omar Camino - Los ríos


Alan García en fosas de Accomarca, década de 1980


¿Qué ideas pasaron por su mente, en aquella seca mañana de sierra del sur, mientras observaba frente a sí, esos cuerpos inertes?, ¿tuviste una carga en tu conciencia, mientras exigías profundas investigaciones para dar con los culpables de ese "exceso"?.

Perdónenme, olvidé que Alan carece de ella.

¿Miró de frente aquellos ojos perdidos en el firmamento? , ¿se conmovió ante los niños arrancados del árbol de la vida por balas marciales que él, cual asesino de la ilusión, ordenó?.

Él, que pudo evitar tanta sangre derramada, al igual que Belaúnde, que pasó sus últimos años en una nube. ¿Qué piensa ahora, Alan García, cuando los muertos salen de la tierra veinte años después, a desnudar su inmoralidad? ¿Acaso creyó que ellos le habían perdonado, olvidado? Los vivos pueden tener mala memoria, pero los muertos jamás: tienen toda la vida para andar, recordando, recordando.

Ignoraba que él fuera tan ingenuo: allá, en Putis, centenares de anónimos claman justicia, ayudados por jóvenes arqueólogos que solamente desean recuperar la memoria, arrancándola de las manos callosas del olvido, y con ello, recuperar la fé que algún día en la patria todos nos miraremos como iguales, a los ojos, sin temor o aberración al otro, al distinto.

Y pienso en Mellisa Lund, colega, compañera de promoción, entrañable amiga, que ha preferido dejar su comodidad sanisidrina, su gabinete de anónima investigadora de momias milenarias, ajena a lo mundano, por aquellas heladas mañanas en la espalda del mundo. Pienso en su femenina valentía y vuelvo a confiar en la dignidad humana, en los principios que no se compran en ofertas irresistibles de mall, en la necesidad de hacer suyos poemas de otros, de aquellos sin voz que ahora le susurran al oído huaynitos y yaravíes.

Pienso en el trovar de Omar, tan necesario, tan fresco, tan florecer, que siento orgullo por mi generación, de aquellos que crecimos a oscuras pero siempre buscaremos el resplandor del amanecer.

Pienso en mí, y no sé, no sé, no sé.


Omar Camino - Los ríos


2 comentarios:

Unknown dijo...

Tienes razón, la verdad cura. Cuando eso sea una, realidad perderemos de vista para siempre a estos personajes porque el pueblo no se dejará engañar más.

No te veo por el foro.

No Tengo Nombre dijo...

Que buen post, para hacer reflexionar que importante es lamemoria para los que vienen atras sepan que no se debe hacer o aprender a recordar a los que fueron arrancados de la historia del pais, que vuelven ahora para reclamar su lugar
y la cancion perfecta la memoria nos hace verdad las cosas claras