Eu procuro você...
Vai abrir!!! Vai abrir!!!
Eu prometo, não esqueço, não esqueço
Por favor, não esqueça
Adeus... Adeus...
Paulinho da Viola - Sinal Fechado
Pasados ciento ochenta días con sus noches, los otrora amantes eran ahora dos extraños más, perdidos en esa urbe de eterna neblina, que apuran sus pasos buscando refugio de la lluvia cobarde y ácida.
Ella se había convertido en una gata que aprendió a lamerse a solas las heridas. Él era un perro que arrastraba una larga cadena de amores sin amor. Ambos desaprendían técnicas para olvidar, perdonar, o simplemente no sentir ese amargo sabor en las entrañas cuando un recuerdo fugaz, traicionero, les llegaba a la mente y se recordaban, al unísono.
Luz del semáforo en rojo, calle equivocada: para la historia oficial eran dos antiguos conocidos que al verse, quisieron por instinto cambiar de vereda, pero les fué imposible evitar ese encuentro fortuito que el implacable azar les deparó para esa tarde de octubre, el peor mes para ambos, según las frías estadísticas de sus vidas privadas y paralelas.
Lo que siguió a continuación entre aquellos dos, quedará grabado en los anales de la hipocrecía: inicial simulación de agradable sorpresa, seguido de un cómo te vá, qué dice la familia, breve etcétera, caretas de yeso con la sonrisa congelada, ojos esquivos, mirada al reloj, cambio de luces, promesas que jamás se cumplirán, besos en la mejilla, y un adios sin mirar atrás, bajo pena de convertirse en estatuas de sal.
Ella se había convertido en una gata que aprendió a lamerse a solas las heridas. Él era un perro que arrastraba una larga cadena de amores sin amor. Ambos desaprendían técnicas para olvidar, perdonar, o simplemente no sentir ese amargo sabor en las entrañas cuando un recuerdo fugaz, traicionero, les llegaba a la mente y se recordaban, al unísono.
Luz del semáforo en rojo, calle equivocada: para la historia oficial eran dos antiguos conocidos que al verse, quisieron por instinto cambiar de vereda, pero les fué imposible evitar ese encuentro fortuito que el implacable azar les deparó para esa tarde de octubre, el peor mes para ambos, según las frías estadísticas de sus vidas privadas y paralelas.
Lo que siguió a continuación entre aquellos dos, quedará grabado en los anales de la hipocrecía: inicial simulación de agradable sorpresa, seguido de un cómo te vá, qué dice la familia, breve etcétera, caretas de yeso con la sonrisa congelada, ojos esquivos, mirada al reloj, cambio de luces, promesas que jamás se cumplirán, besos en la mejilla, y un adios sin mirar atrás, bajo pena de convertirse en estatuas de sal.
Chico Buarque & Maria Bethania - Sinal Fechado
8 comentarios:
Muchas gracias por tu visita..un placer ver tu blog..
Besitos
Hola Troba.
Gracias x tu comentario. Lo q leíste no es ficción: Sí es un diario, xq habemos personas enfermas en esta ciudad gris y bella, dentro de lo gris.
Ayer hizo un poquito d sol!
Cdt, gracias x pasar.
cuando el amor pasa nada queda, solo un semáforo en rojo
un beso
las palabras que quedan sin decirse y los amores que permanecen sin consumarse.
Un beso, peruano en el Perú.
El texto es genial, querido niño, lleno de sensibilidad y tan real!! y me encantó la música !!
Dicen que donde hubo llamas... pero no siempre es cierto, algunas hogueras las apaga la lluvia y el tiempo :)
Muchos besos y gracias por tus estrofas tan geniales.
Con que tenemos nuevo look, caray he estado fuera de navegacion mucoh tiempo...
Cda vez le tengo más respeto a su blog por la identidad. Nadie como usted, Troba, para encajar texto y música. Si recreación siempre en ese dejo melancólico de amores con suerte, bilando en l filo de la navajam o vidas donde aún queda una esperanza en medio de las ruinas.
Saludos, hermano.
Gracias por la visita, con este texto casi describiste los tantos encuentros con mi ex...nada lejos de la realidad...nos visitaremos ya que me encanta la musica y mas el bossanova que ya encontre por aqui...
NG.
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