Apesar de tudo existe
Uma fonte de água pura
Quem beber daquela água
Não terá mais amargura
Dança da Solidão - Paulinho da Viola
Después de un largo y confuso andar, sus pasos la llevaron hacía un parque sin banquetas, donde podía observar un paisaje pintado en tono pastel, y así descansar su vista de tanto mirar a diario edificios que contienen sueños convertidos al automatismo, religión imperante en sus tiempos y espacios.
Era un día de año bisiesto, quizá antes de la última crisis energética. Ella había agotado sus lágrimas, producto de relaciones fallida de lustro y medio que sólo le habían dejado tatuada la palabra desilución en sus entrañas.
Estaba allí, disfrazada de viajante, con un maletín lleno de carpetas, folios e incomprensión. A lo lejos, divisó una calle con casas tranquilas en tardes de verano y recordó, luego de mirar la guía de calles de ese laberinto llamado ciudad gris, que esas aceras le eran familiares.
- Puedes venir cuando quieras, quiero que mi casa sea tu refugio - le había dicho él en una tarde de aquellas.
Recordó aquella promesa añeja, mientras caminaba por aquella calle: hace algún tiempo que no pasaba por allí, desde ese breve hiato que comprendió aquel verano austral de inicios de siglo, de diciembre a marzo, donde había disfrutado con un extraño sujeto interminables tardes de tertulia, entre tintos y retintos, figuras de yeso, bossa nova y escritos a ciegas.
Durante un breve reinado que duras penas duró cien días, lo visitaba religiosamente, de seis a diez, logrando una mixtura de sentidos que rozaría lo que algunos entendidos definierían como una relación pornográfica. Fué un breve reinado que terminó, luego de un despertar seco, rotundo, violento, en un día que ella no quiere recordar yá.
Seguía andando la calle, buscando una casa pintada de verde, mientras recordaba un día especial, en que ambos, en un improbable dueto, habían dejando grabada su voz en una vieja cinta magnetofónica. Cosa curiosa, siempre había tenido una fijación con la soledad, hasta bromeaba diciéndole que se quedaría a vivir en un pueblito llamado así.
- Ese pueblo no existe, loquita - le dijo él, aquella tarde lejana.
Ella al recordar esa frase, volvió a sonreir, después de tiempo, por aquellos momentos ucrónicos, de nuncajamás; hasta que un viejo ficus le recordó que en esa esquina se encontraba la casa donde habitaban sus sueños que tampoco eran sueños.
Al llegar, sólo encontró un edificio de cinco pisos que encerraban pequeñas latas de sardinas:
"Últimos departamentos. Razón aquí" - alcanzó a leer en un cártel que colgaba de una de las ventanas.
Ella ensayó su última sonrisa y un putamadre, para luego proseguir su andar, simulando danzar con su soledad.
Era un día de año bisiesto, quizá antes de la última crisis energética. Ella había agotado sus lágrimas, producto de relaciones fallida de lustro y medio que sólo le habían dejado tatuada la palabra desilución en sus entrañas.
Estaba allí, disfrazada de viajante, con un maletín lleno de carpetas, folios e incomprensión. A lo lejos, divisó una calle con casas tranquilas en tardes de verano y recordó, luego de mirar la guía de calles de ese laberinto llamado ciudad gris, que esas aceras le eran familiares.
- Puedes venir cuando quieras, quiero que mi casa sea tu refugio - le había dicho él en una tarde de aquellas.
Recordó aquella promesa añeja, mientras caminaba por aquella calle: hace algún tiempo que no pasaba por allí, desde ese breve hiato que comprendió aquel verano austral de inicios de siglo, de diciembre a marzo, donde había disfrutado con un extraño sujeto interminables tardes de tertulia, entre tintos y retintos, figuras de yeso, bossa nova y escritos a ciegas.
Durante un breve reinado que duras penas duró cien días, lo visitaba religiosamente, de seis a diez, logrando una mixtura de sentidos que rozaría lo que algunos entendidos definierían como una relación pornográfica. Fué un breve reinado que terminó, luego de un despertar seco, rotundo, violento, en un día que ella no quiere recordar yá.
Seguía andando la calle, buscando una casa pintada de verde, mientras recordaba un día especial, en que ambos, en un improbable dueto, habían dejando grabada su voz en una vieja cinta magnetofónica. Cosa curiosa, siempre había tenido una fijación con la soledad, hasta bromeaba diciéndole que se quedaría a vivir en un pueblito llamado así.
- Ese pueblo no existe, loquita - le dijo él, aquella tarde lejana.
Ella al recordar esa frase, volvió a sonreir, después de tiempo, por aquellos momentos ucrónicos, de nuncajamás; hasta que un viejo ficus le recordó que en esa esquina se encontraba la casa donde habitaban sus sueños que tampoco eran sueños.
Al llegar, sólo encontró un edificio de cinco pisos que encerraban pequeñas latas de sardinas:
"Últimos departamentos. Razón aquí" - alcanzó a leer en un cártel que colgaba de una de las ventanas.
Ella ensayó su última sonrisa y un putamadre, para luego proseguir su andar, simulando danzar con su soledad.
Marisa Monte & Paulinho da Viola - Dança da solidão
26 comentarios:
Ahora hay por todos lados esos cartelitos con "Ultimos departamentos" encerrados en un edificio de muchos pisos hechos por personas que nisiquiera tienen la más mínima idea todo la historia que hay detras de varios pisos de concreto.
Besitos
:D
Bueno Troba, magnífica narración, aunque las soledades de la prota nos contagien de alguna forma...Me gustó. Besos
Todo el mundo habla de soledades ultimamente, debe ser el cambio de estación que se avecina...
Buen texto
Besicos
niño te digo un secreto.. esque me siento desde niña sin sber porque muy identificada con tu tierra
no se, y me he quedado engancha a la musica
si se
besos y amor
je
ensayar sonrisas .... palabras falsas
si tu corazón no encuentra la inspiración , no hay nada más delicioso que danzar con la soledad , ella es silenciosa..y no te fallará.. bella historia besoss
:o
El siguiente será el mio?????????? jejejejeje
Saludos loquito!! Muj....
Por cierto, puedo ver el video, pero no se oye nada...
Muy buena historia, te felicito.
Yo tb quiero buscar el mio y hacer mi historia.
Yo ya encontré con quien hacer historia
:)
bsos de esposa primeriza
"...Ella había agotado sus lágrimas, producto de relaciones fallida de lustro y medio que sólo le habían dejado tatuada la palabra desilución en sus entrañas...."
Tanto me sabe a una soledad muy conocida... donde andara?... nos hemos alejado hace muxo... pero no al extraño :)
precioso texto como siempre en tu blog
te dejo un besote cariñoso
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Cathy Pazos:
Muchas viejas casonas han perecido ante nuestros ojos...
Besos!
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GINEBRA:
La soledad, esa damisela.
Besos!
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Belén:
Puede ser, no?
Besos!
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sedemiuqse:
Mi tierra es ancha y ajena, la música es braseilera, pero latina al fin.
Besos!
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aLba:
Usar esa careta idiota...
Besos!
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Claudy:
Es íntima amiga, tienes razón...
Besos!
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"""silvanna""":
Paciencia, un poco de paciencia.
Besos!
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mareaxe:
Gracias! en especial viniendo de ti, que creas relatos extraordinarios.
Saludos!
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YuYu:
Suerte en la búsqueda.
Besos!
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Fiore:
Suerte la tuya.
Besos.
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Cafeinómana:
Que siga alejada.
Besos!
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AriaDna:
Gracias, amiga.
Besos!
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eN buScA De lA FeLIciDaD!! ... todos buscamos tiempos mejores, o esos que aún no llegan
Todos queremos buscar nuestro camino!
Buenisima narración troba!
besos!
La soledad... se vive en una sociedad con tanta ente metida en sus propios asuntos que uno puede llegar a sentirse solo, incluso estando rodeado de gente. Sin embargo, uno siempre se tiene a sí mismo...
Un abrazo hermano trovador!
Portugues... Mmmmm desde el principio captaste mi atención...
¿Soledad?... A veces se disfruta tanto, que se aprende a vivir con ella, como si fuera el mejor amigo...
Cuestión de perspectivas, costumbres y rutina...
muy bueno la historia se tiene que hacer cada uno la suya aunque tambien la suerte conyeva su parte
Dije algo también a propósito de la soledad. Felicidades por tu escrito, cómo me gusta una historia bien contada.
Te dejo un abrazo.
Me gustaa!!! :)
Clau.
Det.
en este instante de mi vida, es lo que quiero soledad....
excelente relato!!!!!
Besisssss
Peterina:
O buscamos reflejos...
Besos.
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"Libélula":
Sin saber a donde nos llevará.
Besos!
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Trovator:
Cada cabeza en su mundo, dice una salsa de Lavoe.
Saludos!
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Puta Desgraciada:
Hola, Soledad...
Besos!
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Nano:
La suerte es esquiva...
Saludos!
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Camila:
Si, pero solos no estamos...
Besos!
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Claudet:
Gracias!
Besos!
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Satine:
Viene a tí la damisela...
Besos!
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sigues en linea continua con un ambiente de nostàlgia... lo bueno es que te saca escritos que salen de las mismisimas entrañas del sentimiento
felicidades Troba
El tiempo tambi´pen mata los sueños, y desdibuja la felicidad de atrás.
Saludos, compa.
Saquenme de una pequeña duda, la palabra troba se escribe con "b" grande pense que era trova, en fin.
la bossa Nova al ritmico estilo del jazz lastimero y melancólico.
Esta música brasileña es bella.
Chinasklauzz
La soledad también hace bién ...
Marisa & Paulinho son muy buenos.
* Ah ... tu amiga no ha se dado cuenta que cantan en Portugués?
Jajaja ...
Un beso.
Sill
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