Aunque mi vida está de sombras llena
no necesito amar, no necesito
yo comprendo que amar es una pena
una pena de amor y de infinito.
No necesito amar tengo vergüenza
de volver a querer como he querido
toda repetición es una ofensa
y toda supresión es un olvido.
Desdeñoso semejante a los dioses
yo seguiré luchando por mi suerte
sin escuchar las espantadas voces
de los envenenados por la muerte
No necesito amar, absurdo fuera,
repetir el sermón de la montaña
por eso he de llevar hasta que muera
todo el odio mordaz que me acompaña.
Miguel Paz - Desdén
no necesito amar, no necesito
yo comprendo que amar es una pena
una pena de amor y de infinito.
No necesito amar tengo vergüenza
de volver a querer como he querido
toda repetición es una ofensa
y toda supresión es un olvido.
Desdeñoso semejante a los dioses
yo seguiré luchando por mi suerte
sin escuchar las espantadas voces
de los envenenados por la muerte
No necesito amar, absurdo fuera,
repetir el sermón de la montaña
por eso he de llevar hasta que muera
todo el odio mordaz que me acompaña.
Miguel Paz - Desdén
A Aníbal, hermano de Coqui.
Era un valsesito limeño, con una letra tan cautivante que dos novelistas y un poeta de estas tierras no tuvieron otra salida que retratarlas en sus obras.
De tal virtud se dieron cuenta en una madrugada de bohemia, en tierras chalacas, tres amigos que dedicaban su vida a rescatar el pasado del polvo del olvido, la memoria de las piedras, el alma de los muertos.
Aníbal citó el pasaje de Los cuadernos de Don Rigoberto, de Vargas Llosa, donde hacía referencia al añejo vals (1), llegando a comparar al casí anónimo autor con Vallejo y Neruda.
- Desdeñoso, semejante a los dioses... tenemos que conseguir ese vals! - dijo él, ante la venia de los presentes.
De tal virtud se dieron cuenta en una madrugada de bohemia, en tierras chalacas, tres amigos que dedicaban su vida a rescatar el pasado del polvo del olvido, la memoria de las piedras, el alma de los muertos.
Aníbal citó el pasaje de Los cuadernos de Don Rigoberto, de Vargas Llosa, donde hacía referencia al añejo vals (1), llegando a comparar al casí anónimo autor con Vallejo y Neruda.
- Desdeñoso, semejante a los dioses... tenemos que conseguir ese vals! - dijo él, ante la venia de los presentes.
Unos meses después, a dos de ellos el destino los llevaría hasta las alturas de Huarautambo, en el centro de aquél país de desconcertadas gentes, testigo de campesinos mártires, caídos en defensa de sus tierras, sea contra el señor feudal, sea contra la Cerro de Pasco Co.
Fué allí donde los siguió, caprichoso azar, ese extraviado vals, escondido en las letras de las novelas de Scorza (2): esos épicos cantares en cinco baladas que relataban, entre lo real y lo maravilloso, los tiempos míticos de la guerra silenciosa, anónima en la historia oficial de aquella republiqueta criolla llamada Perú.
Fué allí donde llegó la noticia que se unía el más joven de esa fratia de prolongadores del pasado, famoso por su esquiva fortuna.
- Viene Hache! - exclamó Aníbal.
- Yo seguiré luchando con mi suerte - replicó Chemo.
Aunque en términos monetarios la suerte les fue esquiva, regresaron de Lima con las alforjas llenas de vida, de esperanzas y experiencias, prometiéndose un día llegar hasta el último refugio del Nictálope, y dejar un ramo de geranios sobre la fosa común del niño Remigio.
Hernán, cultor de los valsecitos de otrora, con sapiencia académica logró conseguir múltiples versiones del citado vals, en estilos que iban del tango al pasillo, de la copla al vals en sí (3).
Así, los presentó ante sus amigos, maravillados, en un día de reencuentros, bajo el cielo de esa ciudad gris. Tiempo después, Hache comentaría su último hallazgo:
- Washington Delgado también cita Desdén, cuando Artidoro contempla el rostro de la muerte (4).
El círculo se había cerrado, el vals había estrechado esa amistad nacida entre montes y serranías, y de cierta forma, se quedó para siempre en sus vidas, sus causas y sus azares:
Fué allí donde los siguió, caprichoso azar, ese extraviado vals, escondido en las letras de las novelas de Scorza (2): esos épicos cantares en cinco baladas que relataban, entre lo real y lo maravilloso, los tiempos míticos de la guerra silenciosa, anónima en la historia oficial de aquella republiqueta criolla llamada Perú.
Fué allí donde llegó la noticia que se unía el más joven de esa fratia de prolongadores del pasado, famoso por su esquiva fortuna.
- Viene Hache! - exclamó Aníbal.
- Yo seguiré luchando con mi suerte - replicó Chemo.
Aunque en términos monetarios la suerte les fue esquiva, regresaron de Lima con las alforjas llenas de vida, de esperanzas y experiencias, prometiéndose un día llegar hasta el último refugio del Nictálope, y dejar un ramo de geranios sobre la fosa común del niño Remigio.
Hernán, cultor de los valsecitos de otrora, con sapiencia académica logró conseguir múltiples versiones del citado vals, en estilos que iban del tango al pasillo, de la copla al vals en sí (3).
Así, los presentó ante sus amigos, maravillados, en un día de reencuentros, bajo el cielo de esa ciudad gris. Tiempo después, Hache comentaría su último hallazgo:
- Washington Delgado también cita Desdén, cuando Artidoro contempla el rostro de la muerte (4).
El círculo se había cerrado, el vals había estrechado esa amistad nacida entre montes y serranías, y de cierta forma, se quedó para siempre en sus vidas, sus causas y sus azares:
Chemo adoptó exitosamente las fallidas tácticas de guerrilla del niño Remigio para conquistar a Conchito, y desposó a Emily, poco despúes. Si necesito amar, si necesito -
Hache creó un breve espacio para grabar las historias que le contaron sus amigos, y se vieran reflejados en ellas, mientras seguía luchando con su suerte.
Hernán se tatuó la palabra desdén en el antebrazo, y en el otro un lusitano saudade, que ha de llevar hasta que muera.
Aníbal, el mayor de todos ellos, comenzó a llenar de letras las páginas calladas tanto tiempo del nuevo libro de su vida, para felicidad de los suyos, porque absurdo fuera, repetir el sermón de la montaña.
Y así, desdeñosos semejantes a los dioses, esos cuatro se reunirán, en comunión de pisco y valses, tan felices como cuando abren una trinchera, para celebrar el natalicio del último de los nombrados, sin escuchar las espantadas voces de los envenedados por la muerte.
Notas:
1. Sin la guitarra, el cajón y la sincopada voz del cantante, algo de la audacia lúgubre y narcisista del bardo compositor se perdía. Pero, aun sin la música, se preservaban la genial vulgaridad y la misteriosa filosofía. ¿Quién había compuesto este vals criollo «clásico», como lo había calificado Lucrecia cuando quiso averiguarlo? Lo averiguó: era chiclayano y se llamaba Miguel Paz.
En todo caso, bravo. Ni Vallejo y Neruda combinados habían producido nada comparable a estos versos, que, además, se bailaban.
Mario Vargas Llosa - Los Cuadernos de Don Rigoberto.
2. Hojita de té:
Otro día más de helarme junto a este sauce de mierda. No pudiendo abandonar por más tiempo mis negocios, me voy. Lo espero donde sea y como sea. Desdeñoso, semejante a los dioses, sin escuchar las espantandas voces de los envenenados por la muerte. No necesito amar, no necesito.
Luis Remigio, el plebeyo.
Manuel Scorza, Garabombo el invisible.
3. Entre las versiones de este vals destacan leyendas tales como Los trovadores del Perú, Los Dávalos, La limeñita y el Ascoy, El dúo de oro, Julio Jaramillo, Mercedes Simone y Libertad Lamarque.
4. ¿Por qué morir?
Desdeñoso, semejante a los dioses,
yo seguiré luchando con mi suerte.
Artidoro engrameó la testa
y por las calles enmarañadas
de la ciudad de los Precios
caminó como los viejos caballeros
sin escuchar las espantadas voces
de los envenenados por la muerte
Washington Delgado - De Artidoro y otras gentes
Desdeñoso, semejante a los dioses,
yo seguiré luchando con mi suerte.
Artidoro engrameó la testa
y por las calles enmarañadas
de la ciudad de los Precios
caminó como los viejos caballeros
sin escuchar las espantadas voces
de los envenenados por la muerte
Washington Delgado - De Artidoro y otras gentes
Ver también:
Los Trovadores del Perú & Los Dávalos - Desdén
21 comentarios:
Lo he estado escuchando tres veces. Como puedes ver, eso sólo lo hago yo por puro placer y, puedes creerme, soy poco aficionada a las repeticiones aún de aquellas cosas que me gustan.
Que intimidad tan sincera, de amistades forjadas en las circunstancias más recónditas, entre piedras con memoria, tierras de nombres lejanos,de seres estigmatizados y de olvidos empolvados.
Hay momentos mágicos en la vida que solo pueden retratarse con un Vals, con cariño y con Desdén.
Salud por los amigos, Salud para Hache y su cabila de Indianas.
Feliz 28 entre piscos y cervezas, entre cantos y memorias.
No lo conocía, tampoco la historia, gracias por compartir pedacitos de tu tierra a la que siento muy cerca.
A seguir luchando con la suerte, a seguir amando...
Besos:)
no sabía nada de lo que cuentas y me gustó mucho..
historia de amigos en una tierra tan lejana para mí!!!
que canción tan sentida, querido amigo.
felicitaciones por la elección!!!
besosssssssssssss, muchosss
Siempre tengo que agradecerte
besos y amor
je
La letra es de un sentimiento profundo y maravilloso y las voces de estos músicos ni te cuento... conocía las letras y este tema. Me encantó tu entrada por lo interesantes a las referencias literarias.
Besos, amigo
Gracias por estas historias.
Precioso lo que nos traes aquí, diría yo que ésta musica, una de las mejores, estupendo amigo Troba, un beso
Realmente una caricia al alma, lejos de conocer este periplo, esta canción, esta letra, esta música hoy me encuentro tan cerca de ella. Gracias por compartir con nosotros esta historia tan interesante.
Yo también estoy repitiendo el video una y otra vez y tampoco soy amante de las repeticiones, pero realmente me gusto mucho.
Un saludo.
HologramaBlanco
Eso mismo querido amigo, hay que seguir luchando, venga como venga :)
Besicos
Las odas al sufrimiento, la ternura del dolor... ensalzando lo insalvable..
Te felicito por el buen gusto.
muy buen gusto... como siempre.
Qué bonitas cosas nos enseñas siempre...
Besos!
(pd: me han encantado las notas)
..aqui estoy!..aprendiento de todo lo que nos enseñas y nos haces vivir en tan solo minutos..gracias por ser tan especial!..Cariños...=D
Hechizera.....
Franziska :
Gracias por el gusto compartido!
Besos!
****
_Dr_G_:
Salud con pisco y valses de verdad
por la yunta brava!
****
Angeles:
Y sin escuchar las espantadas voces!
Besos.
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Adrisol :
Besos enormes a tí!!
la amistad no tiene fronteras.
****
sedemiuqse:
Agradecidos los dos.
Besos!
****
GINEBRA:
Besos a ti, que bueno que hayas conocido este vals antes.
****
Lúcida :
Gracias a ti!!
Besos!
****
Rita:
Besos a tí, amiga sin distancias!
****
Edgardo :
El vals es inmortal, Edgardo.
Gracias por pasar por aquí, nos leeremos seguido.
****
Belén :
Luchar siempre!
Besos!
****
verdemundo :
y con orgullo desdeñoso.
Saludos!
****
Relax :
el gusto es tuyo :)
Besos!
****
Cris :
aprenderemos los dos, claro que si.
te paso los libros, si quieres :)
Besos!!
****
La Mosquetera :
Que te puedo decir, Mosquetera...
con el aprecio que que te tengo...
la ignorancia es atrevida, a veces....
pero sigue así, desdeñosa!
Besos!
****
h€Çh!ZërÄ:
tu eres especial...
gracias por pasar :)
Qué interesante como las letras relatan vidas, cómo traducen pensamientos y cómo las palabras mueven emociones...
Y la música es otra versión de las lenguas...
Hermano trovador! Esas letras me hacen pisar el suelo del que hablas... excelente manera de plasmar esa realidad.
Un abrazo!
Thefa:
la música es lenguaje universal.
Besos!
****
Trovator:
Saludos, hermano de signo!
****
La Mosquetera:
No ha sido molestia, ni nada personal.
y más allá de conceptos y firuletes... simplemente ignoras la esencia del criollismo, en especial de esta canción.
Quizá domines otras artes y sonidos, es cuestión química, además.
Es impresionante como se forma una historia y como se mantiene viva en el interior de unas palabras, sentimientos y pensamientos.
hermoso
Qué bella y poética memoración, Troba. Ahí en los valsecitos, como en el pasillo los bambucos colombianos, está el olor de la tierra. Una brazo.
He bajado a Lima brevemente y te leo velozmente retrasado. Así fue, así es y seguira siendo. ¡Salud!
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