Dormi bambino mio
E tornerà papà
Dormi tesoro moi
E lui ti porterà
Tutte le belle cose
Che tu potrai sognar
E anche delle rose
Per me se Dio vorrà
Salvatore Adamo - UN AIR EN FA MINEUR
Su figura apenas se distinguía en medio de la neblina y el aguacero; pero aquél infante en brazos de su madre, que lo observaba tras el vidrio catedral podía reconocerlo aún con los ojos cerrados. Al abrir la puerta, dejar el equipaje y fundirse en un abrazo del alma , supo que todo el sacrificio de andar los cuatro puntos cardinales tenía siempre la recompensa de la familia unida.
Así había sido, desde los tiempos aquellos en que los tres partieron en un viejo escarabajo hacía aquella town minera, muy junto al cielo. Allí, donde respirar el aire era una hazaña, esperaban los fines de semana para recorrer las soleadas plazas de armas de aquellos pueblitos en los andes peruanos, y disfrutar las tardes donde el padre le enseñó a amar estos pagos, sin saber que el hijo dos décadas después recogería esas lecciones, andando - con sus propios pasos y ya no en sus brazos - esas mismas plazas, esas calles estrechas y cuadradas, en una eterna y fértil búsqueda del tiempo perdido.
Así había sido, desde los tiempos aquellos en que los tres partieron en un viejo escarabajo hacía aquella town minera, muy junto al cielo. Allí, donde respirar el aire era una hazaña, esperaban los fines de semana para recorrer las soleadas plazas de armas de aquellos pueblitos en los andes peruanos, y disfrutar las tardes donde el padre le enseñó a amar estos pagos, sin saber que el hijo dos décadas después recogería esas lecciones, andando - con sus propios pasos y ya no en sus brazos - esas mismas plazas, esas calles estrechas y cuadradas, en una eterna y fértil búsqueda del tiempo perdido.
Salvatore Adamo - UN AIR EN FA MINEUR
1 comentario:
Lima hace que confunda mis recuerdos con sueños nebulosos. Esas tardes de domingo con papá y mamá y hermanas, nunca sabré si son del todo ciertas. Y sin embargo pueblan cual fantasmas mi memoria.
Y los viajes, y las mañanas tibias y los desayunos fuera, y los paseos a la playa...
Y es que acaso no es sólo eso la famlia: La experiencia cotidiana. El día a día. Los recuerdos.
Me gusta el texto, me gusta el blog. Interesante.
Saludos,
Iris
Publicar un comentario